6 tips para presentarle a tu gato, un nuevo gato
6 Consejos para presentarle a tu gato un nuevo gato
Dependiendo de
la personalidad de ambos individuos, edad y sobre todo su tolerancia a aceptar
un congénere, la duración del proceso puede variar desde unos días a semanas o
meses.
Olvidémonos de
la idea de soltar alegremente al “gato x” en casa, para que se encuentre de
narices con nuestro asombrado “gato 1”. Esta NO es la manera correcta de
presentar a dos gatos.
UNO
Para los
gatos, el reconocimiento tanto de su territorio como de los seres vivos que les
rodean, se realiza primero con el sentido del olfato. Si modificamos los olores
del territorio o de un gato que conviva con otro, estos no serán reconocidos de
primeras como elementos habituales e inofensivos para el gato. En su
percepción, será algo desconocido e incluso peligroso. Por ello a veces sucede
que ataquen decididamente al gato amigo de toda la vida, cuando este viene de
una estancia en una clínica veterinaria, porque no lo reconocen.
Así que, como
primer consejo, recomendamos encerrar al “gato 1” en una habitación, mientras
instalas al “gato x” en una habitación destinada para él.
El “gato 1”, no debe
percatarse de la llegada de un nuevo individuo, ni mucho menos relacionarnos a
nosotros con él. Si no disponemos de una habitación para el “gato x”, el cuarto
de baño puede ser también una buena opción. En ella debe disponer de todo lo
necesario: bandeja de la arena, comedero, bebedero, rascador y lugar para
dormir.
La reacción del
“gato 1”, se hará notar en seguida y seguramente se pasará todo el día con la
nariz pegada a la rendija de la puerta de la habitación del “gato x”, oliendo
“eso” que está al otro lado y que no ve, pero oye perfectamente.
DOS
Aprovechemos
estos momentos para jugar con el “gato 1”, darle de comer alimentos apetecibles
al lado de la puerta y hacer todas esas cosas que más le gusten. De esta manera
relacionará esos nuevos olores siempre con cosas positivas y agradables.
Igualmente
podemos frotar la cabeza del “gato x” con un calcetín y dejarla en la casa para
que la olisquee el otro animal, y viceversa. Los calcetines estarán impregnados
de feromonas faciales positivas, que disminuyen la ansiedad.
TRES
En unos días,
dejaremos que el “gato 1” pase a investigar la habitación del “gato x”, pero
siempre habiendo sacado antes al gato nuevo de la habitación sin que nos vea el
“gato 1” y dejando al nuevo en otra habitación cerrada, que a su vez tendrá que
investigar.
Observemos a
ambos gatos. Se pasearán por el territorio, oliéndolo todo, sobre todo el lugar
de dormir y la bandeja de la arena. Posiblemente ericen su pelo y caminen
agachados con el rabo bajo entre las patas. Nosotros debemos de actuar como si
ni siquiera estuviéramos allí, nuestra actitud debe ser totalmente indiferente.
Si solemos hablar con el gato, podemos hablarle normalmente, pero nunca
intentar cogerle en brazos ni acariciarle. Hay que dejarles a sus anchas.
Si habitualmente
jugamos con ellos, debemos hacerlo, en cuanto estén más relajados, esto les
distrae y reduce la ansiedad. Igualmente podemos darles de comer su alimento
preferido en estos momentos.
CUATRO
En el caso de
poseer más de un “gato 1”, es preferible que accedan de uno en uno a la
habitación del “gato x”. Los gatos presentan una forma de agresividad que se
denomina agresividad redirigida y ante determinadas situaciones de estrés atacarán
al individuo que se encuentre en esos momentos a su lado, que puede ser otro
animal o por supuesto también nosotros. La introducción de un gato nuevo es lo
suficientemente tensa, como para complicarlo más aún, creando rivalidades
innecesarias entre gatos que se llevan bien.
CINCO
Cuando al
cabo de unos días la actitud de ambos gatos sea totalmente tranquila y relajada
estando en contacto con los olores del otro, jueguen con normalidad, etc.,
podemos intentar realizar un contacto visual, por ejemplo a través de una
puerta de cristal o con el gato nuevo dentro de una transportadora para poder
separarlos inmediatamente al menor signo de agresividad. Los debemos distraer
con juegos o con alimentos, pero nunca sujetemos al gato en brazos, ya que se
sentirá acorralado y puede reaccionar de forma inesperada.
Son más
efectivas sesiones breves que acaban bien y sin peleas varias veces al día, que
una sesión larga y con altercados.
SEIS
Recordemos
que los gatos y gatas esterilizados son siempre muchos más amables con sus
congéneres que los gatos y gatas no castrados. La rivalidad por defender el
territorio disminuye bastante, tanto en hembras como en machos al
esterilizarlos y es fundamental que esterilices a tus gatos y gatas mayores de
seis meses, si quieres lograr una convivencia apacible entre ellos.
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